a principios del s.XXI
Tula, Tamaulipas, fue llamada “ciudad de
los pianos” durante su esplendor en la segunda mitad del siglo XIX. Se dice
había treinta y ocho pianos. Tula fue la ciudad mas culta y educada del
Tamaulipas en ese entonces, cultivada por la aristocracia de la época, llegando
a tener la mayor cantidad de escuelas elementales en el estado.
Este auge de Tula se debió a su estratégica
posición geográfica entre el puerto de Tampico y la ciudad de San Luis Potosí y
a la influencia de Carmelita Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz, presidente
de México. En 1850 fue revelada por
Jean-Louis Berlandier como “la llave del gran valle central de México”.
Hoy en día no queda ninguno de esos míticos pianos, a causa de los
estragos de la guerra de la Revolución y
al advenimiento de los tiempos modernos.
A partir de la segunda mitad del siglo XX
ante la estabilidad social, arribaron otros pianos, traídos de ciudades
aledañas por prominentes familias tultecas.
Encontré en el Tula de hoy, ocho ejemplares de este hermoso instrumento
musical, padre de la música moderna.
Si
pensamos en una psicogeografía del sector que ocupa Tula en el Altiplano
Tamaulipeco, el piano como objeto la determina, y con ella un profundo
contraste no sólo por los bordes próximos y generales del objeto y su historia,
si no también en su identidad objetual y sus características intrínsecas que
manifiestan de entrada una relación de contrarios: la sofisticación de un
instrumento tan delicado y elaborado, que inevitablemente evoca los grandes
salones de los palacios europeos con su realeza y sus lujos, inserto en un
paisaje rústico y austero de una de las zonas más áridas del profundo campo
mexicano.
Que, por un lado simboliza el permanente desplazamiento que la actividad
humana genera en el paisaje social, hoy más forzado que consecuente pero que
termina construyendo esta historia de hibridaciones y mestizajes que nos
pertenece.
Y que por otro reconstruye en su
presencia-ausencia tanto las riquezas como los grandes vacíos de nuestra
realidad colonial.
Casino Tulteco
Tula, Tamaulipas
agosto 2016